“Nos hallamos inmersos en una revolución en la que los cambios tecnológicos se suceden a un ritmo vertiginoso, en la vida diaria y en campos como la inteligencia artificial o la genética que incluso permitirán alargar la vida. Sin embargo, en una sociedad en la que hemos perdido la privacidad y todos somos cada vez más anónimos, ¿cómo afectarán estos avances tan deslumbrantes a nuestras emociones? ¿De qué nos sirve incrementar la longevidad, por ejemplo, si el resultado es una vida sin sentimientos?
Y basta con imaginar qué pasaría si tuviéramos en cuenta qué es lo que sienten y cómo se sienten quienes nos rodean. Evidentemente, sería un mundo mucho mejor. Cómpralo ya en: